Envíos
9 de mayo de 1979
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Toda la historia de la techné postal tiende a orillar la destinación a la identidad. Llegar pertenecería a un sujeto, llegar a “mí”. Ahora bien, una marca, sea cual fuere, se codifica para convertirse en impronta, así sea un perfume. Y en ese caso se divide, vale varias veces en una vez: ya no hay destinatario único. Por eso, por esa divisibilidad (el origen de la razón, el loco origen de la razón y de principio de identidad), la techné no llega a la lengua – a lo que para vos canto.
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