Las sociedades vegetales, animales y humanas se aclimatan a los cambios, a las revoluciones, a las rebeliones, a las anarco-revueltas, y la crueldad del sistema lo convierte en norma y a veces en ley, y convoca a todos los excluidos, ex-céntricos y excomulgados a la fiesta, y reglamenta la acogida de los esclavos y los incluye en la lista de los invitados. Debe reunir, quizá por momentos, el sistema de regulación homeostática, como en una comunidad de abejas, como en un formicario. Luego se verá. Las pasiones humanas son un desbloqueo momentáneo de los sistemas, se dan siempre a ratos. Y luego se verá la catástrofe. Y luego la redención. Y luego se verá.